La importancia de armonizar nuestras emociones
Lo que la mayoría de nosotros cree que son las emociones, no son las emociones mismas. Lo que generalmente estamos experimentando es solamente la manifestación física, aquello que “llegamos a sentir” de estas emociones.
La rabia por ejemplo, de tanto experimentarla nos causa disturbios en la psique, los cuales se terminan por manifestar en el ego. Dichas manifestaciones provocan el incremento de los latidos del corazón, aumento en la temperatura corporal y obviamente, genera muchas otras características físicas que representan el enojo.
Así como la música de la radio es una manifestación física de la señal intangible, la experiencia de nuestras emociones, es la manifestación física de una señal también intangible.
Esta demostrado, que las emociones poseen una frecuencia vibratoria. Es más, a decir verdad, solo existen dos emociones que los seres humanos podemos experimentar y son el Miedo y el Amor. El resto de las otras emociones que conocemos, son derivadas directa o indirectamente de estas dos emociones.
Cuánticamente hablando y mensurando, el Miedo tiene una larga y lenta frecuencia vibratoria. Mientras que el Amor tiene una rápida y alta frecuencia.
Emociones y Código Genético
Para demostrar que la vibración es el fundamento o base de la existencia, Hans Jenny desarrolló lo que se conoce como “Cimática” en la década de los 40, para demostrar que cuando las vibraciones del sonido pasan a través de un medio, hay un patrón fijo que la acompaña. Cuando la frecuencia incrementa, el medio se torna un patrón más complejo.
Esto es precisamente lo que está sucediendo con nuestro planeta y con nosotros, la humanidad. Existen 64 códigos posibles de aminoácidos en la estructura de nuestro ADN, compuestas de 4 elementos: Carbono, Oxigeno, Hidrogeno y Nitrógeno. Por lógica, todos deberíamos tener los 64 códigos activados dentro de la estructura de nuestro ADN. Sin embargo actualmente solo tenemos activados 20 códigos. De todas esas 64 posibilidades, parece que solo 20 de estos códigos, están activados en este momento, por eso los 20 aminoácidos.
Hay un interruptor donde esos códigos se sitúan, que los apaga y enciende. Y ese interruptor, es lo que llamamos EMOCIONES. Esta es la primera vez que vemos el patrón de las emociones vinculadas física y directamente con el material genético humano.
El MIEDO es una onda larga y lenta de emociones. Esta onda de MIEDO toca relativamente pocos puntos en este ADN. Por lo tanto, un individuo viviendo en estado de MIEDO se encuentra limitado al estar disminuido el número de antenas que tiene disponible.
Mostraremos ahora un individuo viviendo en el patrón del AMOR. En el siguiente gráfico representaremos el patrón del AMOR, en él podemos observar que el ADN es una frecuencia más alta con una onda más corta y tenemos muchos más puntos potenciales para codificación a lo largo de ese patrón genérico.
Es importante entender esto, ya que otro investigador, Vladimir Poponin, midió pequeñas partículas de luz llamadas fotones, dentro de un tubo vacío. Como era de esperarse, los fotones se esparcieron.
A seguir fue introducida una muestra de ADN en este tubo vacío, y se midieron los fotones nuevamente. Encontraron que las partículas de luz, se alinean a lo largo de los ejes del ADN. Posteriormente cuando sacaron la muestra del ADN, los fotones permanecieron alineados en la misma forma del ADN, aún cuando ya no había ADN presente. Esto es conocido como el “Efecto Fantasma del ADN”.
Lo que dice este experimento, es que nuestro ADN se comunica con las partículas que conforman nuestro mundo. Estos paquetes de energía que subyacen a toda la materia se comunican con nuestro ADN a través de este campo que previamente no habíamos reconocido.
La ciencia lo llama “CAMPO NUEVO” pero siempre estuvo ahí, aunque no teníamos formas de comprobarlo. Imagínense todas las posibilidades que eso nos ofrece.
Fuente: Gregg Braden » La Ciencia de Los Milagros» «Sanando Corazones, Sanando Naciones»
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